miércoles, 24 de diciembre de 2008

Huertos solares


Ayer estuve por tierras manchegas, albaceteñas para ser más precisos. Viajar es uno de los mayores placeres del que puede disfrutar el ser humano. Pisando sobre tierra ajena es cuando uno se da cuenta de que otro mundo es posible.

Si la Virgen del Remedio es actualmente un caos de zanjas, parches de hormigón y peligrosas rebabas en la calzada que pueden provocar que más que uno y una dé con sus huesos en el suelo, -denle las gracias a la compañía del gas en tubería-, en otras latitudes, no tan lejanas a la barriada alicantina, apuestan por la generación de energía a través de otras fuentes realmente limpias. Si la meseta albaceteña ya era conocida por los esbeltos molinos de viento como apuesta por una sociedad sostenible, las grandes superficies repletas de imponentes placas solares también son características de estas tierras. Huertos solares los llaman.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Invierno lúcido

Hace unos días, mientras realizaba una entrevista para mi periódico en un horno de Sant Vicent del Raspeig, alguien me recordó la siguiente cita: hombre, conocete a ti mismo y conocerás el universo. Quien pronunció ante mi la frase erudita no portaba entre sus manos, y sospecho que suquiera le interesan, ningún libro de autoayuda o titulado de alguna forma que se le pueda relacionar con alguna pseudofilosofía. No, ni mucho menos. Su autor estaba tostando pacientemente un puñado de almendras que se caracterizan por tener adheridos diminutos corpusculos de harina en un horno de leña que cuenta con más de cuarenta años de antigüedad, el mismo que ha usado como herramienta de trabajo mientras estaba en activo, según la definición del Estado, claro.

Antonio Guijarro, se llama el caballero al que me refiero. Un sanvicentero de los que llaman "de pura cepa". Tiene setenta y cuatro años y me encantó su lucidez. Y claro, con semejante bagaje de años a sus espaldas, se permite la licencia de hablar con conocimiento de causa. Según el ex panadero -y padre de dos maestros de la combinación de todo tipo de carbohidratos con el líquido elemento y demás complementos alimenticios- el problema del ser humano reside en su "incapacidad para asumir el paso del tiempo". Sorprendido por tal exposición de argumentos al más puro estilo "habló la voz de la experiencia" le pregunté si tantos años ante el horno lo compaginaba con la provechosa afición a reflexionar sobre todo aquello que le rodea, respondiéndome el bueno de Antonio negativamente. Volví a interrogarle -entiéndanlo, necesitaba saber el origen de tan misteriosa inclinación a encontrarle un sentido a todo lo que ve-. ¿Eres religioso?, le pregunté. Y me volvió a negar la mayor. Me rendí, dejé de buscar y simplemente me dediqué a disfrutar de su conversación. Eso si, hizo un comentario que me llamó poderosamente la atención, estando delante de uno de sus hijos y heredero de su sabiduría profesional. El maestro reconoció que sus vástagos le han enseñado unas cuentas cosas de la vida aunque nunca se lo había confesado en persona. Menudo privilegio el mío, el conflicto generacional pisoteado por unos segundos de debilidad.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Diferencias de clase y servilismo

Hoy, antes del inicio de una comida convertida en evento social, he estado conversando con una señora mayor quien en el transcurso de nuestro diálogo ha realizado un comentario muy curioso y que reproduzco, con más o menos exactitud, a continuación: "el mundo es un pañuelo y hace poco me encontré por la calle con una mujer que nació en el mismo pueblo que yo, Mota del Cuervo. Rápidamente cogimos confianza a pesar de habernos conocido apenas unos minutos antes. Recordamos juntas anécdotas de nuestra niñez y juventud en el pueblo, siempre en un tono afable y distendido, justo hasta el momento en el que le nombré que mi familia era la propietaria de una vieja fábrica de mantas que ahora ya ni existe. Desde es preciso instante esta mujer dejó de tutearme y pasó a tratarme de usted. Yo, contrariada por la sorpresa que me produjo esta situación, le recriminé este cambio a lo que ella me respondió: es que mi familia y yo trabajamos como empleados en esa fábrica, entiéndame".

Mi interlocutora se refería a este hecho como un manifestación de clasismo aunque, hablando con más exactitud, se trata de servilismo. En una sociedad diferenciada por razones de clase hay personas que sufriendo los rigores de la injusticia tienen una voluntad transformadora ante el status quo, completamente opuesta a la situación descrita anteriormente. Se puede decir que de todo menos servil ha sido la trayectoría vital de un sindicalista como Marcelino Camacho, que con noventa y un año en sus piernas, reconoce que, tras tantos años de lucha, las diferencias de clase siguen existiendo y que la justicia en las relaciones de producción, en esta democracia, siguen brillando por su ausencia, por regla general.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Energías no renovables, memoria histórica y movimientos bursátiles llamativos


Hay que ver la irrenunciable manía que tienen los políticos de tomar decisiones en contra del interés general. Estamos hartos de escuchar y leer que el petróleo tiene fecha de caducidad incorporada -la tiene aunque ésta puede llegar más tarde que temprano o todo lo contrario, el secretismo por parte de las petroleras es absoluto y la ignorancia de los voceros es total- y los que toman decisiones por nosotros parecen que están ciegos y sordos, o son unos auténticos analfabetos por que al parecer no saben leer ni entienden lo que se les dice. Pues nada, ahora Gas Natural está enterrando un costoso gaseoducto en un sector de la Virgen del Remedio (barrio de Alicante), cuya instalación está ocasionando numerosas molestias a los residentes, en un esfuerzo inversor de proporciones descomunales para, sin saber hasta cuándo va a durar la cuerda, abandonarlos, si o si, posteriormente. Pero eso no es lo peor, resulta que el gas natural es una mala opción de futuro en términos de sostenibilidad ya que, como buen combustible fósil que es, no hace buenas migas con la naturaleza e incluso preocupa a los cientificos.

Hablando de políticos y del gas. El inefable, y ex alcalde, Díaz Alperi en un libro de estos que aprovechan la oportunidad que les brinda el contexto histórico, en esta ocasión ante la llegada del gas bajo tierra a la capital de la Costa Blanca -edición patrocinada, por cierto, por la multinacional que se va a llevar la “tela” al bolsillo-, tuvo el valor de escribir en la presentación del mismo lo siguiente:


La historia posee la virtud de abrirnos la puerta del conocimiento, muchas veces ignorado, sobre las causas y el contexto de la realidad que nos rodea. Una realidad siempre compleja y rica en detalles grandes y pequeños que conforman una forma de vivir entrañablemente cotidiana. Por eso considero interesante el apoyo a iniciativas tendentes a rescatar del pasado aspectos que de otra manera quedarían irremediablemente camuflados tras los pasos apresurados del presente y de nuestra exigente realidad diaria”.


Lástima que el mozo no haya advertido el mismo valor terapéutico que al parecer tiene el recordatorio de la historia cuando se trata de cumplir con la Ley de la Memoria Histórica. Pero lo que está claro es que a la luz de lo expuesto, en materia de rescatar la memoria histórica, Gas Natural tiene el beneplácito del poder político local, por lo que vemos un derecho convertido en privilegio. Cómo diría Wyoming: lo que dice Gas Natural (y sus euros), va a misa. Lo que propone una formación política -en este caso el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Alicante-, con el respaldo de sus votantes y de la Ley, es papel mojado.

Para finalizar un hecho curioso para los tiempos que corren con Gas Natural como protagonista. La multinacional, como ellos mismos se califican, se ha hecho con la tercera compañía eléctrica del país a un precio desorbitado. Todo esto se ha producido, con el visto bueno del gobierno, en un contexto adverso para la financiación de grandes inversiones ya que los bancos tienen el grifo cerrado para el resto de los mortales. Se ve que para Gas Natural no existe la crisis. Las energéticas, como siempre, dixit.


domingo, 30 de noviembre de 2008

El balcón de mi casa

Bienvenidos a todos los lectores y lectoras. La primera entrada de un blog, en la mayoría de los casos y siempre que se tenga claro a dónde se quiere llegar con la dichosa bitácora, es una declaración de intenciones.

¿Por qué este blog se llama Desde el balcón de mi casa? Por una cuestión de perspectiva. Un balcón, todos y todas lo sabemos, es un espacio habitable, exterior, que proporciona un punto de vista. Éstos se caracterizan por su disposición en una estructura (altura, dimensión, orientación,...); por su aspecto (color, ornamentación, complementos,...) o por su situación (en medio de un descampado, en un barrio acomodado o en una ciudad, por citar algunas posibilidades). Estas variables influyen de forma decisiva en la observación de quién se asoma al balcón. A pesar de todo, ante éste suceden muchas cosas, y todas merecen la pena ser contadas. Intentaré comentar algunas.