Hablando de políticos y del gas. El inefable, y ex alcalde, Díaz Alperi en un libro de estos que aprovechan la oportunidad que les brinda el contexto histórico, en esta ocasión ante la llegada del gas bajo tierra a la capital de la Costa Blanca -edición patrocinada, por cierto, por la multinacional que se va a llevar la “tela” al bolsillo-, tuvo el valor de escribir en la presentación del mismo lo siguiente:
“La historia posee la virtud de abrirnos la puerta del conocimiento, muchas veces ignorado, sobre las causas y el contexto de la realidad que nos rodea. Una realidad siempre compleja y rica en detalles grandes y pequeños que conforman una forma de vivir entrañablemente cotidiana. Por eso considero interesante el apoyo a iniciativas tendentes a rescatar del pasado aspectos que de otra manera quedarían irremediablemente camuflados tras los pasos apresurados del presente y de nuestra exigente realidad diaria”.
Lástima que el mozo no haya advertido el mismo valor terapéutico que al parecer tiene el recordatorio de la historia cuando se trata de cumplir con la Ley de la Memoria Histórica. Pero lo que está claro es que a la luz de lo expuesto, en materia de rescatar la memoria histórica, Gas Natural tiene el beneplácito del poder político local, por lo que vemos un derecho convertido en privilegio. Cómo diría Wyoming: lo que dice Gas Natural (y sus euros), va a misa. Lo que propone una formación política -en este caso el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Alicante-, con el respaldo de sus votantes y de la Ley, es papel mojado.
Para finalizar un hecho curioso para los tiempos que corren con Gas Natural como protagonista. La multinacional, como ellos mismos se califican, se ha hecho con la tercera compañía eléctrica del país a un precio desorbitado. Todo esto se ha producido, con el visto bueno del gobierno, en un contexto adverso para la financiación de grandes inversiones ya que los bancos tienen el grifo cerrado para el resto de los mortales. Se ve que para Gas Natural no existe la crisis. Las energéticas, como siempre, dixit.
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